viernes, 2 de abril de 2010

Con todo el corazón de mujer copiapina y atacameña, orgullosa de serlo por siempre

Estimados Constituyentes, Julio, querido amigo, que dolor con nuestra Región de Atacama, siguen los recortes para esta noble tierra que no se cansa de entregar desde sus entrañas el noble mineral para el sostén de Chile. Los hipócritas centralistas prefieren no recordar todo lo que se nos debe históricamente.

¿Cuándo recompensarán a esta tierra atacameña que en su generosidad siempre ha entregado tanto?, porque claramente nada se le retribuye.

Espero que nuestros parlamentarios luchen por el crecimiento ingrato que no nos llega, es cierto que nuestros compatriotas necesitan, sin embargo el terremoto del 10 de noviembre de 1922, casi grado 9° en la escala de Richter, que azotó a nuestros ancestros, ni siquiera aparece en los registros o en las noticias, fue tanto o peor que el de Valdivia, se sintió de desde Iquique hasta Santiago, acompañado por maremotos en toda la Región de Atacama.

A esa cúpula de dirigentes santiaguinos no les importamos en lo más mínimo, ni siquiera consideran en sus registros, lo que por aquellos años nos pasó, bueno sería que los medios de Santiago averiguen en la historia e incorporen por lo menos a la Región de Atacama aunque sea en los terremotos.

Mi abuelita siempre me lo contaba y ese registro de todos en el Pueblo San Fernando lo describen en el documental audiovisual que produje y dirigí el año 2007, por lo menos para nuestros nietos le dejaremos ese humilde legado que fue realizado con todo el corazón de mujer copiapina y atacameña, orgullosa de serlo por siempre.

Un abrazo coterráneos y Fuerza Atacameña.

Atte, Yuvitza