domingo, 4 de octubre de 2009

Ni una sola gota de sangre del pueblo chileno, y especialmente de la población del norte de chile, vale la defensa de esos intereses.

En agosto de 2006, hace más de tres años, cuando las autoridades decían no hay de qué preocuparse si no hay problema alguno con el Perú, doña Candelaria dijo y publicó en esta página:

.... “Avanzar como hermanos con Perú, todo lo actual me parece perfecto. Pero hay que ser realistas y tener claro que ello no siempre va a ser a sí, pues en verdad hay un problema con los límites marítimos y una ley dictada por unanimidad en Perú."

"Creo que deberíamos paralelamente solucionar este inconveniente de algún modo ahora que los ánimos están buenos. Ese inconveniente volverá a causar líos a poco andar, se lo doy firmado. No puedo creer que las autoridades y los empresarios sean tan miopes para no advertirlo hoy."

"No darle atención a ello, hará que los inversionistas chilenos más temprano que tarde andarán llorando, como pasó con Luksic y otros.".....

Atte. Candelaria, Copiapó, Agosto 2006.


Es de esperar que no tengamos que escuchar esos llantos de gente que voluntariamente con la esperanza de obtener un lucro mayor para sí mismos, ha decidido ir a invertir allá donsde ahora nos insultan y donde obviamente había y hay un riesgo mucho mayor para las inversiones chilenas.
Creemos que si algo les sucede a esos capitales, el Estado Chileno en ningún caso debería defenderlos sino con la debida moderación, y en ningún caso poner en riesgo al resto de la población de Chile a la que ninguna participación ni decisión le ha correspondido en esos negocios de alto riesgo. Ni una sola gota de sangre del pueblo chileno, y especialmente de la población del norte de chile, vale la defensa de esos intereses. Menos aún si se considera el trato indigno que el centralismo dominado por esos capitales nos brinda y el humillante desdén que dimana de sus continuas actuaciones.


Inteligentemente, Los Constituyentes